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sábado, 30 de noviembre de 2013
puedo volar si te miro.
Soñaba
con que me dijeras "Estoy aquí para arreglarte la vida, enana". Lo
he soñado muchas veces, como si no hubiese otra forma más cruel de
recordar que no lo has hecho nunca. Que será a otra a la que le estés
quitando las bragas y cuyo nombre gritarás en mitad de los orgasmos. Ya
ves que aquí sigo, arañándome, aunque seas tú, estando tan lejos, quien
me preste las uñas. Ya pongo yo la excusa, que
no he aprendido aún a pasar página conscientemente, sino que releo los
errores hasta que no puedo más y me desmayo. Soy el vaso medio vacío de
esperanza con expectativas de que lo rellene tu boca. Ven y nos vamos,
tengo las maletas hechas para mudarme de toda esta soledad, lo juro. Yo
te pago el taxi hasta mi casa, tú sólo sonríe y haz como que soy algo
más que la chica de las poesías, que soy la mujer de tu vida,yo que sé, y que no
sabías vivir bien hasta que te cogí de la mano. Puedo volar si te miro.
Planear por el cielo de tus párpados y luego aterrizar sobre tus labios
entreabiertos, que me dicen "entra". Y yo no quiero quedarme fuera.
Quiero algo más que nada, algo más que una llamada perdida, una carta
tuya cuando llega el cartero. No
creo que sea soñarte, sino esperarte desde muy temprano, y mientras
llegas yo te imagino llegando con prisas, y al verme aceleras, como
sucede en las películas, y como si tardar en abrazarnos un segundo más
fuese toda una vida menos. Soñaba con que no me hiciese falta soñarte, y
con que me saliesen ojeras por invertir el tiempo para dormir en
mirarte. Y también con que despertases y me dijeses aún con los ojos
medio cerrados "Estoy aquí para arreglarte la vida, enana". Y yo
sería capaz de destrozármela con tal de que te quedases un día
más.
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