Domingos
de amaneceres intactos, sábanas de vicios sin límites, días malos y
días peores, días sin ti. Piensas que hace mucho tiempo desde que tu
cabeza no se apoya en un hombro de verdad. Bocas que te besan y se
limitan a rozarte la piel; Tu cabeza, que sólo piensa en la única boca y
los únicos besos que te rozan el endocardio. Algunos más fácil de
olvidar, alguno menos difícil de querer.
Que eran pocos los
kilómetros si me llevabas de copiloto en el coche y muchas las horas que
paso buscándote en mis planes. Aprendí que esa barba de dos días era
todavía mejor con ese sonreír tan tuyo. Que con solo mirar tus lunares
se desvanecían los problemas. Que poco a poco, llegaste y poco a poco,
te fuiste...
"Pero no me ganes poco a poco, si luego nos vamos a echar a perder."
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