Quizás por eso no se quedó conmigo.
Tal vez porque le dió miedo darse cuenta de que yo podía quererle como él no sabía quererse a si mismo.
A veces me odio a mi misma. Odio esa manía de quererte como una loca, de quererte de esta manera tan sobrenatural. Ya no te espero como antes, pero siempre me quedará esa extraña manía de echarte de menos, que espero que algún día se convierta en echarte de más.
Y que se me rompan las manos si algún día vuelvo a escribirte.Que se me rompa el alma si vuelvo a soñarte, el corazón si vuelvo a quererte y los labios si vuelvo a besarte.
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