Es tan guapa que es casi la mujer de mi vida.
Tan guapa como para no perder la sonrisa cuando nadie le decía lo ricas que estaban las lentejas.
Tan guapa como para llorar en su pecho cuando mi hermano me pegaba, o dormirme en su hombro cuando el día se me hacía largo.
Erase una vez una sonrisa llena de amor. Parece tópico para una madre, pero ella me convirtió en persona haciendo el amor hace casi 20 años.
Ahora sé cuando la abrazo, que todas las madres tienen derecho a ser felices, pero que la mía más.
Que ella dejaría de dormir por las noches para que así yo no tuviera pesadillas.
Que el bocadillo del recreo siempre llevaba más cariño que otras cosas.Que me ha regalado su sonrisa llena de luz y su pelo castaño. Que me ha enseñado a querer y a compartir, que la vida no siempre es rosa desgraciadamente, que nadie te hace favores, que con todo se puede, y que siempre hay razones para ser feliz por muy minúsculas que sean.
Que ojalá algún día pueda regalarle la vida que se merece, y el corazón que ella dividió para nosotros, para los míos.
Que gracias a ella, me suenan los latidos, y que gracias a todo lo que me ha enseñado, me laten aún más fuerte.
TE QUIERO MAMÁ.
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