Puede que ya no seamos nada, pero hace tiempo fuimos algo.
Para mí, a pesar de lo malo, del vacío que dejabas cuando me dejabas sola tiritándo en pleno agosto, lo fuistes todo, y eso, en cierto modo me tranquiliza.
Ahora sabes quien soy, como soy. Un ogro en ocasiones. Ya sabes que nunca me gustó regalarme los oídos. Soy más de ser defectuosa que una maravilla, ya lo sabes corazón.
Ahora, quizás sepas quienes fuimos, pero no tengas ni puta idea de lo que somos ahora.
Sabes que me encantaba llevarte la contraria y mirarte las espaldas cuando dormías.
Me quedo más tranquila si pienso que ahora cuando me veas, no me echarás de menos, pero te acordarás de las veces que estuve a tu lado, de alguna que otra tarde, y de la sonrisa que nos sacábamos.
Ahora me quedo más tranquila, porque me verás sonreír y puede que te arrepientas de no ser tú el motivo de mi risa.
Y quizás, sólo quizás, te pares a pensar de todo lo que te quise, de lo mucho que pude regalarte y enserñarte, pero que tú a penas me dejastes.
Y quizás, solo quizás, te des cuenta de todo lo que perdimos, o mejor dicho, perdistes tú.
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