Y cuando todo se acaba, cuanda ya se ha ido, hasta deseas tener lo malo de vuelta, para que así también regrese lo bueno.
El cuento se ha acabado, y el libro se cierra. Ahora toca echar (te) de menos.Quedarme con tus besos, pocos, pero infinitos. Toca decir adiós a algo que quizás que nunca hubiera comenzado hubiera sido lo mejor. De nada sirve pensar que hubiera sido si mi camino no se hubiese cruzado con el tuyo, si de sobra sé que te hubiera buscado aún sabiendo que no te encontraría.
Maldita la hora en que te fuiste, o maldita la hora en que me voy yo. Maldito todos los pretextos que no nos han servido para hacer que esto, o nada, funcionara. Maldita tus ganas de buscarme en otra cama. Y maldita yo por dejar que otro entre donde deberías estar tú.
Quizás ya no vuelva a verte, ni tocarte, ni sentirte como aquella vez, pero siento la necesidad inexplicable de decirte, que yo contigo he sido mucho más feliz de que en los libros se dice que se puede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario